Zaragoza, 21 de octubre de 2014.
Hoy, a eso de las nueve de la noche, me he incorporado con
una bizi a San Juan Bosco, en
dirección Vía Hispanidad, a la altura del Clínico. Cuando llevaba recorridos
unos metros, estando situado en el centro del carril central (tal y como me
correspondía, pues el derecho obligaba a girar y no era ésa mi intención), he
sido adelantado por una furgoneta blanca dejando una separación de menos de un
palmo, he sentido hasta el aire desplazado por el vehículo. Debo reconocer que
he reaccionado de manera bastante temperamental, pues he levantado el brazo y
he gritado “¡Eh, gilipollas!”.